domingo, 15 de octubre de 2023

Anecdotas en tacones, las zapatillas que casi me matan

 La elegancia cuesta, esa frase me la enseño mi madre, y no tenia ni idea de que seria casi la vida, esta anecdota comenzo un soleado dia de verano en algun momento en los ochentas, empezaban los soleados dias de la primavera, mi madre me habia comprado un hermoso vestido floreado, y unas sandalias de tacon, blancas, con una  correa de hebilla metalica, plateada y grande, como todas saben, para usar esa combinacion, es necesario tener unas piernas y pies perfectos, sin cabello, con las uñas bien pintadas, asi que inicie la rutina de depilacion, de pintar la uñas, lo que me llevo buena parte de la tarde del domingo, me hice una peque cortada a la altura del tobillo, nada del otro mundo, tan pequeña que ni se notaba.

Al dia siguiente, sali rumbo a la Universidad, me sentia resplandeciente con mi vestuario, las sandalias eran realmente hermosas y la hebilla cubria la zona de la cortada, asi que no se veia, era un dia espelndoroso, mucho sol, y los jardines de la facultad eran el lugar perfecto para sentarse a leer y hacer parte de la tarea, a la hora de la comida, me daba un poco de comezon en el tobillo, pero como estaba detras de la correa, no era facil de rascar, y tampoco le hacia mucho caso, despues de pasar buena parte de la tarde en la biblioteca, me fui a casa, cuando llegue, me quite las sandalias, y tenia muy enrojecido donde me daba comezon, pense que algun insecto me habria picado y no le hice mucho caso, me quede mecanografiando mi tarea, cuando mis padres llegaron en la noche, mi madre, de inmediato, se fijo en el enrojecimiento de mi tobillo y me mando a ponerme alcohol.

Jamas volvi a usar sandalias sin medias

Pero se me paso el tiempo, y se me olvido, cuando termine la tarea, como a las 11, ya estaba muy cansada y me fui directo a dormir, despues de todo, al dia siguiente entraba temprano a la escuela, pero estaba escrito que no iria, en la madrugada, dormi muy mal, y en la mañana tenia fiebre, en cuanto mi madre me vio, se dio cuenta de que algo andaba de cabeza, de inmediato me reviso la herida, la toco, la olio y de inmediato la lavo y le puso un desinfectante, mi padre me subio al carro y me llevaron al hospital donde trabajaba mi madre, no supe que paso despues.

Desperte como tres dias despues, la herida se habia infectado, la fiebre me afecto tanto, que perdi el conocimiento, estaba tan grave, que desarrolle pus, mal olor en la herida y si no hubiese sido por el buen ojo clinico de mi madre, me habria ido a pasar lista con San Pedro, al parecer, la herida, se combino con cierta toxicidad o alergia a los metales, que hizo que una herida sin importancia, evolucionara a una grave infeccion.

Eso significo, no mas sandalias sin medias, no mas depilaciones, y una anemia que me acompaño por lustros, no importaba que bien comiera, mi cuerpo habia quedado afectado, mas bien mi sangre, nunca supieron si fue por la enfermedad o era algo genetico.

Y en el terreno de las zapatillas y la ropa, eso significo que no pensara jamas en usar minifaldas, tambien el uso de medias gruesas, mallas o pantalones que cubrieran el cabello de las piernas, hasta que decidi que no me importaba y use medias normales, aun con sandalias, y aunque estuviesemos en una ciudad calurosa, no dejaba mis medias, porque nunca mas deje una hebilla en contacto con mi piel.