La envidia de otras mujeres, no tiene limite, durante mi juventud, me dedique a formar mi personalidad, eso implico aprender a usar correctamente las zapatillas, le dedique muchas horas a aprender a caminar correctamente, con los libros en la cabeza, a combinar los colores, a usar mi criterio para arreglarme, en general a disfrutar de mi femineidad, me gustaba ir a dar clases, con un buen traje sastre, zapatillas altas y bien perfumada y maquillada, pero lo hacia por mi y para mi, no para impresionar a nadie, era simplemente, parte de mi personalidad.
Mis alumnos se me acercaban en clase y me decian "que bien huele maestra", los profesores, se me acercaban, no siempre con buenas intenciones, pero sabia mantenerlos a raya, ademas, por mi profesion, tendia a intimidarlos, pero las peores relaciones eran con mis compañeras, se diria, que no me toleraban y de plano, aparte de mis amigas de la facultad, no pude hacer una sola en las Escuelas en que impartia clase. mis compañeras se reunian sin mi, y de plano no me invitaban a nada, si por ellas hubiera sido, ni a las reuniones docentes de la escuela me hubiesen convocado.
Pero yo era feliz, dando mis clases, mis padres me querian mucho, vivia con ellos y eran algunos de los mejores dias de mi vida, solo me faltaba una pareja, porque la verdad, los hombres que se me acercaban, no me interesaban, sabia muy bien el efecto que ejercia sobre ellos y no siempre era el mejor.
Un dia, hubo una reunion docente, para establecer algunas estrategias didacticas, y nos reunimos en la sala de profesores, me servi un cafe, me levante no se a que, y cuando regrese vi que se habia derramado, me lo tome y segui mi dia, pero ese fue el inicio de una pesadilla, en la noche me enferme muy mal del estomago, vomito, diarrea, al dia siguiente no fui a dar clases, fui al medico, a otro, me hicieron analisis, tratamientos, pero nada daba resultado, combinada con una anemia cronica que tenia, casi me muero.
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| Zapatillas parecidas a las que usaba con el uniforme, pero eran Azul Rey |
Termine con todos los tratamientos que mi madre conocia, y visite a todos los medicos que eran sus amigos, revise todas las especialidades y el resultado siempre era el mismo, excepto por la anemia, no habia nada, estaba tan mal, que tuve que dejar el trabajo, al final estaba tan desesperada, que mi madre me llevo con una bruja, que me dio un extraño y asqueroso brebaje, ademas de limpiarme con una gallina negra, lo que increiblemente me curo, bueno en cierta medida, porque en realidad, nunca me recupere totalmente.
Ella me dijo, que me habian dado un preparado, alguna compañera que me odiaba, y que queria verme muerta, algo que no crei, pero muchos años despues, me encontre a la subdirectora de esa escuela, que me confeso, que una de mis compañeras, habia presumido, que ella era la que me "habia dado mi merecido, por creerme tanto", y que lo que mas odiaba de mi, es que usara zapatillas y que llamara la atencion de los profesores.
Me quede pensando, todas usabamos el mismo uniforme, la unica diferencia era el calzado, yo usaba unas hermosas zapatillas de ahuja, y mis compañeras, se ponian zapatos de soldado, comodos y feos, pero realmente me parecia imposible que ese fuera el motivo, despues de todo, solo eran zapatos.
Cuando estaba platicando esto con mi esposo, que vaya que tenia experiencia en la vida, me confirmo esa idea, algunas de su ex, tambien habian pasado lo mismo, bonitas, sin amigas, hostilizadas, agredidas, una de ellas, la intento tirar una compañera en la pasarela, a otra le pusieron laxante antes de una exhibicion de Alta Moda,... pero a ninguna la intentaron matar, por unas zapatillas.
